El juego de apuestas en Europa

El dominio del juego online parece estar en Europa, según publica la página web economist.com, y ya se ha dado por llamar a Betfair, casa de apuestas británica, la eBay de las apuestas deportivas.

Pero no es un caso aislado. La gran mayoría de casinos online, casas de poker, bingo o apuestas deportivas de cierto renombre es europea. Además, cabe destacar que el 40% de los jugadores de todo el mundo también son del Viejo Continente.

Pero existen varios motivos que hacen que esto sea así, y algunos de ellos hay que buscarlos más allá de nuestras fronteras. La prohibición de aceptar apuestas provenientes de Estados Unidos por parte de empresas extranjeras, a través de la UIGEA, hizo que las casas de apuestas centrasen sus esfuerzos en Europa.

Sin embargo, la situación dista mucho de estar en perfecto funcionamiento. De hecho, tan sólo 13 de los 27 países miembros de la UE han legalizado el juego online. El resto intentan poner restricciones y bloquear el acceso a sitios web que ofrecen este tipo de servicios, siendo el caso más flagrante el de los Países Bajos, donde se vigila con celo a los bancos para que no acepten transferencias entre sus ciudadanos y casas de apuestas extranjeras.

Esto nos lleva a la siguiente cuestión: los políticos hacen hincapié en que las restricciones para el juego online tiene que ver, única y exclusivamente, con la protección del usuario. Por supuesto, esto suena maravilloso, pero cabe preguntarse si esta es la verdadera razón, y no el dinero que las casas de apuestas dependientes del Estado pueden dejar de ingresar por la mayor oferta existente en el sector.

En todo caso, las casas de juego online están preparándose ya para la adecuar sus ofertas al nuevo mercado que se abrirá, si se cumplen las previsiones, para todos ellos: el norteamericano. Porque parece que, finalmente, los esfuerzos de Barney Frank darán sus frutos. Lo único que queda por saber es cuándo.

La última crítica es para todos los que somos usuarios de los servicios de apuestas por internet: parece mentira que, con la crisis mundial en que vivimos, las cantidades que se mueven en este negocio sean las que son. No merecemos quejarnos.