El mundo de los casinos me parece fascinante, siempre que he ido me ha parecido que entraba en un mundo totalmente diferente. Pero de todas formas, hay cosas difíciles de entender.
Yo vivo en Ibiza, y tenemos un casino. Realmente no hace falta que haya más, con uno sólo debería sobrarnos para toda la isla, incluso en verano, cuando la población es mayor de la que la isla puede soportar...
Hace pocas fechas sufrió una remodelación importante, junto con la construcción de un hotel maravilloso, que haría las delicias hasta del cliente más exigente. El casino se volvió a poner en marcha hace pocos meses, y cuál fue mi sorpresa cuando me comentaron que lo querían vender, que si las apuestas mínimas en las mesas de ruleta habían disminuido, etc.
No entiendo cómo puede pasar algo así, un negocio con pocos meses de vida, tras llevar adelante un proyecto de millones de euros...
Supongo que tampoco han sabido adaptarse a los nuevos tiempos, pues ni siquiera hay una mesa en la que se pueda jugar una partida de poker...
Esperemos que la entrada del verano, que está a la vuelta de la esquina, haga mejorar el panorama, y que, al fin y al cabo, los grandes beneficiados seamos los jugadores.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario