Los rumores eran constantes desde el pasado verano, y parece que finalmente se va a producir el traslado del Casino de Mallorca desde su ubicación actual, Calvià, al barrio de Porto Pi, en Palma.
La decisión del Govern Balear, a través de la Conselleria de Interior, no está exenta de polémica, y cuatro patronales del juego van a recurrir ante los tribunales.
Además, ésta se explica por haber recibido informes favorables del proyecto. Además de la seguridad sobre la legalidad, puesto que no se trata de un nuevo casino, sino el traslado de uno ya existente.
Los planes pasan por una apertura para el próximo otoño, con lo que han comenzado las tramitaciones para las licencias, tanto de obras como de actividad.
Javier Blasco, gerente del Casino de Mallorca, mostró su satisfacción: la caída en la actividad obligaba al traslado, pues se hacía difícil el mantenimiento de los 130 trabajadores en un local tan alejado de núcleos urbanos.
A las patronales de bingo no les gusta, puesto que aseguran que esto puede suponer el cierre de otros locales dedicados al juego en la zona, cosa que rechaza Blasco, quien asegura que se tratan de clientelas diferentes. Habrá que esperar a próximos acontecimientos para conocer quien se llevará el gato al agua. La delantera la lleva el Casino de Mallorca.
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