No cabe duda. Todo lo que funciona está estrechamente relacionado con el dinero. No es sólo que a la gente le gusta y ya está. Nadie da duros a cuatro pesetas, y el que pierde aunque sólo sea un segundo para que otros disfruten, quiere llevarse una recompensa por ello. Así de claro. Y lo que ha funcionado a las mil maravillas en los últimos años en internet ha sido el juego online.
La cantidad de millones que mueve el juego online en el mundo es tal, que aún me resulta más extraño el hecho de que la ley no se haya adecuado en la gran mayoría de países para que el propio estado se lleve su parte de los beneficios generados. Es raro, raro, raro... Porque sí hay impuestos sobre los juegos de apuestas físicos, en casinos y bingos, por ejemplo. Pero están tardando tanto...
Queda claro también que el juego puede ser muy peligroso, ahí está la ludopatía, que tantos y tan graves problemas ha creado en muchas familias. Internet también tiene herramientas para evitarla, y muchos jugadores pueden solicitar que no se les permita las apuestas en los sitios online.
Luego está también el hecho de que ya se han creado varios millonarios gracias a los casinos online, con esos jackpots de millones de euros o dólares. O esos premios tan suculentos para los ganadores de los torneos de poker que disputan, en apenas unas horas, varios miles de jugadores de todo el mundo... Es algo fantástico que, como digo, mueve muchísimo dinero.
Todo parece funcionar bien. Pero también es cierto que todo lo que ha llegado en un 'boom', suele desinflarse después. ¿Pasará lo mismo en este caso?
Yo no lo sé. De momento, sirvan estos sitios de juego online para proveernos de buenos momentos de ocio y entretenimiento. Eso sí, con moderación.
lunes, 15 de noviembre de 2010
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